Por Domingo Acevedo (República Dominicana)
La secreta complicidad de muchos organismos internacionales que no hicieron lo necesario para reponer a Zelaya en el gobierno, con la complicidad de los Estados Unidos de Norte América ha dado como resultados unas elecciones en Honduras, de donde ha salido un presidente ilegal, porque es el producto de un golpe de estado, avalar ese gobierno es decirle al mundo que los golpes de estados no son cosas del pasado, que todo depende del lado en que están los golpistas, ahí entra la doble moral, de los Estados Unidos de Norte América, que condena a quienes no favorecen su política imperial y premia a los gobierno sumisos y entreguistas.
Aquí en el país, tenemos el caso del golpe de estado del 1963 a Juan Bosch, que trajo como consecuencia la guerra del 1965, en la cual los norteamericanos intervienen, cuando ya el pueblo y los militares constitucionalistas al mando del coronel Francisco Alberto Caamaño habían vencidos a los golpistas, esa grosera invasión inclinó la balanza hacia los enemigos de la democracia, el caso del golpe de estado del 1973 a Salvador Allende en Chile y el más reciente al presidente Hugo Chávez Frías en Venezuela. En Centro América tenemos el caso de Noriega, en Panamá, quien mientras le sirvió tuvo todo su apoyo, pero cuando se alejó del imperio invadieron a ese país para apresar a Noriega, esa invasión costó miles de muertos al pueblo panameño, y fue para ellos un ensayo en el cual usaron, en acción, sofisticadas armas que después emplearon en la guerra del Golfo Pérsico.
Ahora tenemos el caso de las bases militares en Colombia, que es una grosera provocación no sólo a Venezuela sino también para Ecuador, Bolivia, Nicaragua y Brasil, países que, por los gobiernos que tienen ahora, no viven arrodillados al coloso con los pies de barro del norte- Oponerse a esas bases militares norteamericanas es una cuestión de principios, ya que esas bases nos dicen que el tío Sam, mira con preocupación los cambios que se están dando en América Latina y que parecen irreversibles.
Nuevos capítulos se abren en la historia de nuestros países con la llegada a la presidencia, de Hugo Chávez Frías, Evo Morales, Correa, Lula, y Daniel Ortega, estos eventos nos hacen mirar con optimismo hacia el futuro, el ALBA es un paso importante hacia la integración real de América Latina. El sueño de Simón Bolívar avanza, se materializa.
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