VELA DEL DR. GUSTAVO PONCE

Por qué se aplazó la vela del Doctor Gustavo Ponce, el Gordo Ponce

Amigas y amigos:

Mi Gordo, nuestro Gordo Ponce, murió en el hospital del IHSS de La Granja, como a las diez cuarenta del 3 de septiembre, luego de luchar dos meses cuanto pudo con una ayuda, a nuestro ver, no siempre oportuna y certera. Por eso solicitamos investigación sobre el caso en la fiscalía; por tanto, había que hacerle la autopsia y tuvimos que esperar a que la hicieran cuando la hicieran para nos lo entregaran para su preparación en la funeraria. Por eso el cuerpo de nuestro Gordo Ponce llegó a la UPN casi a las seis de la tarde del sábado 4.
Estamos muy perplejos y dolidos por el hecho de que Gustavo Ponce ingresó al IHSS con una hemorragia cerebral importante, con parálisis izquierda instalándose, pero totalmente lúcido y hablando y una escala muy buena de conciencia y control de su lado derecho, lo que le daba muy buen pronóstico, aún más, por ser él derecho.
Este primer pronóstico permitía esperar un Gordo Ponce en silla de ruedas, pero con gran posibilidad de mejorar con la fisioterapia, y sobre todo, pensando, leyendo, escribiendo, gozando de la Vida y agradecido con Dios de poder seguir entre nosotros, haciéndonos mejores con su amoroso espíritu y su incisiva mente y su buen humor y su gran estabilidad emocional. Y con sus principios, sus hermosos y generosos principios y práctica humana, auténticamente preocupado por sus alumnos, sus amigos, la gente y el planeta. Aspirando y trabajando desde su trinchera intelectual por una sociedad más equitativa y un planeta azul y verde y rojo y tornasol para cada uno de los seres que exultan el milagro asombroso de la Vida.
Ya nos preparábamos para que siguiera en casa su quehacer intelectual, apoyado plenamente por su familia y amigos, para que fructificara el regalo de Dios de sobrevivir y lúcido. Él estaba muy feliz de seguir entero entre nosotros; porque un intelectual sólo necesita entera su mente, no importa que la sostengan piernas o ruedas. Ya lo imaginábamos como a nuestra querida Leticia de Oyuela, quien forjó tantos escritos y libros y guió a tantas y tantos jóvenes por las vívidas aventuras del pensamiento crítico y del arte, también en los tantos años que usó silla de ruedas.
Pero mi Gordo Ponce, nuestro Gordo Ponce, terminó descerebrado y con septicemia. El milagro que Dios le concedió de sobrevivir con toda su chispeante lucidez al accidente cerebrovascular, se fue echando a perder en el hospital al que llegó apenas una hora después del mismo.
Hemos vivido la pesadilla de un hospital, un "Seguro Social", con deficiente, indolente atención al paciente y mala comunicación entre los encargados; con descuido general y falta de respeto al milagro de la vida. Con las hermosas y escasas excepciones, cuando en la sala de cirugía al fin lograba uno enterarse de a qué doctor o funcionario le correspondía tomar la obligación de decidir sobre el paciente o algún trámite, había que buscarlo personalmente por los lugares posibles y asequibles del hospital (hay zonas vedadas), y acudir a todos los amigos y conocidos para que nos ayudaran a "lubricar" sus engranajes engreídos o descoordinados. Y cuando al fin lográbamos hacer que el médico llegara y quizás hasta se interesara, resultaba que no le correspondía tomar la decisión a él sino al especialista, que no estaba disponible por estar operando (a veces) o a saber dónde. Y varias enfermeras y el personal de apoyo “con las preciadas excepciones- se molestaban y hasta nos increpaban cuando les informábamos de las necesidades inmediatas del paciente o les pedíamos ayuda y muy frecuente recibíamos el "ya va" y ralentizado. Aprendimos que había que ser suplicante o presionante con el personal para lograr mejorar la atención, siempre cuidando que la ira y frustración no nos hiciera decirles las que se merecían por su indolencia o su soberbia (no siempre lo logré). Pero nosotros teníamos más oportunidad de conseguir esto gracias a nuestros conocidos y amigos y por la suerte de tener educación superior, que nos permitía argumentar y rebatir las "razones" burocráticas e incoherencias que nos decían para no actuar. Y aún así, casi siempre eran poco diligentes; mas para sostener un hilo vital fragilizado, se debe ser oportuno y certero. Ya me imagino una peor pesadilla de la gente menos informada, a quien le dicen tres palabras resonantes o una burrada envuelta en tecnicismos o en poder del puesto público, y ya no puede rebatir y tiene que ver cómo se va marchitando su enfermito, a pesar de que el personal médico le dice al familiar o al paciente que "está bien" y que "no se queje". Porque en esas condiciones de atención los pacientes tienen que quejarse para tener oportunidad de salir vivos, y -si andan con suerte- hasta sanos.
Y mi Gordo, nuestro Gordo había desmejorado y ya no podía hablar para pedirse ayuda. Porque pacientes en ese estado deben ir a SALA DE CUIDADOS INTERMEDIOS,QUE NO EXISTE EN EL SEGURO SOCIAL. Él ya era un delicado sobreviviente de accidente cerebral, que por eso continuaba en observación de emergencia; pero a nueve días de su sobreviviencia, el especialista de turno desestimó el hecho de que Gustavo había perdido el habla y la movilidad iniciales y NO le ordenó HACERLE UNA TOMOGRAFÍA CONTROL se la pedimos y nos dijo: "no se ocupa"- y lo condenó a esas terroríficas condiciones de la sala normal. A los dos días, al Gordo hubo que hacerle de emergencia una tomografía y un drenaje cerebral pues ya casi moría por severa hidrocefalia, con el cual se recuperó bastante. Pero ya estaba mucho más dañado de cómo entró. Y así, entre descuidos, al final resultó con septicemia y descerebración total -después de la última intervención quirúrgica practicada por el mismo Doctor "No se ocupa"- y ya no pudo batallar más.
Por eso y más, fuimos a la Fiscalía a pedir una investigación porque nos parece que hubo mal manejo. A pesar de todos los intereses obvios u oscuros entramados en el asunto, esperamos que la causa judicial fructifique y que -si impiden deducir responsabilidades con nombre y apellido- por lo menos LOGREMOS QUE EL IHSS INSTALE LA INDISPENSABLE SALA DE CUIDADOS INTERMEDIOS para beneficio de todos los afiliados. Esto no revivirá al Gordo Ponce, pero así, su muerte será tan generosa como fue su vida.

Amigos y amigas: Les solicitamos apoyo en esta causa para que el Gordo Ponce no haya sido muerto en vano.

¡¡Mil Gracias!!

Waldina

El NOVENARIO SE HARÁ EN LA IGLESIA CATÓLICA DE LOARQUE "CRISTO RESUCITADO" DESDE EL LUNES 6 AL MARTES 14 DE SEPTIEMBRE.
HORA: LU-VI: 7 P-M.
SÁBADO: 6 P.M.
DOMINGO: 10.OO A.M.

TERMINA EL PRÓXIMO MARTES 14 DE SEPTIEMBRE, EN LA MISMA IGLESIA, A LAS 7 P.M.

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