El embajador de papel
A los compatriotas
Por Lucrecia Cossio (Salta/Argentina)
Se levantan en ruinas
para una ciudad de porcelana
fabricada con bloques de andrajos
de sombras espectrales sabor a barro,
tragadas por un suspiro enorme ,
sometidas a la angustia eterna
de rayos infrarrojos.
Sombras fantasmales
que no logran irse de este mundo,
que antes de apagar la luz
besan heladas las mejillas
de quienes sin saberlo,
los recordamos.
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Manifiesto Movimiento Internacional de Escritoras "Los puños de la paloma"
Prohibido preguntar.
Ha llegado a Honduras el tiempo de los sables.
Militares conjurados vigilan dando la espalda a los reclamos populares. Como si se tratara de otros tiempos, como si pudieran en verdad callar con sus fusiles la voz, la palabra de los que fueron consultados.
Ha llegado a Honduras el tiempo de los que no quieren oir, el tiempo de los de siempre, el tiempo de los que fraguan el terror y lo reparten en dosis criminales.
Ha llegado a Honduras un tiempo, un miedo, un delirio, pero no ha llegado para quedarse.
Nosotras, escritoras del Movimiento "Los puños de la paloma" nos unimos a los hombres y mujeres hondureños que hoy, ahora mismo, están en la calle exigiendo que sea devuelta la democracia que han secuestrado, que han violentado, que han mandado callar.
Nosotras sabemos que pronto habrá savia nueva. Que pronto cantaremos. Pero mientras esto no suceda, estamos aquí también para decir, ¡no al miedo y a la locura! ¡no al dolor del gatillo y la mentira! ¡no al ultraje de los pueblos!
Y lo diremos hasta agotar los labios.
Ha llegado a Honduras el tiempo de los sables.
Militares conjurados vigilan dando la espalda a los reclamos populares. Como si se tratara de otros tiempos, como si pudieran en verdad callar con sus fusiles la voz, la palabra de los que fueron consultados.
Ha llegado a Honduras el tiempo de los que no quieren oir, el tiempo de los de siempre, el tiempo de los que fraguan el terror y lo reparten en dosis criminales.
Ha llegado a Honduras un tiempo, un miedo, un delirio, pero no ha llegado para quedarse.
Nosotras, escritoras del Movimiento "Los puños de la paloma" nos unimos a los hombres y mujeres hondureños que hoy, ahora mismo, están en la calle exigiendo que sea devuelta la democracia que han secuestrado, que han violentado, que han mandado callar.
Nosotras sabemos que pronto habrá savia nueva. Que pronto cantaremos. Pero mientras esto no suceda, estamos aquí también para decir, ¡no al miedo y a la locura! ¡no al dolor del gatillo y la mentira! ¡no al ultraje de los pueblos!
Y lo diremos hasta agotar los labios.
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